Alternativas para atender la mala calidad del aire en las ciudades
Según la Organización Mundial de la Salud ha aumentado la mortandad a causa de la
contaminación ambiental en las principales ciudades del planeta. El más reciente informe
del Instituto Nacional de la Salud revela que al año se presentan en promedio 17.000
muertes en Colombia por enfermedades relacionadas con la mala calidad del aire,
proveniente de los altos niveles de material particulado que genera en el sector del
transporte principalmente, lo que ha llevado a que la polución sea considerada actualmente
uno de los problemas que más deterioran la salud de niños y ancianos.
En Bogotá, por ejemplo, las fuentes móviles generan el 50% de emisiones de material
particulado de la cuidad ante el uso de combustibles fósiles como el diésel, que a la vez son
los causantes de más del 40% de las emisiones de gases efectos invernadero. Tenemos
entonces dos grandes problemas que no son causados en sí mismos por el sector de
transporte, sino por los combustibles fósiles de mala calidad que este sector utiliza.
Identificada la raíz del problema, gran parte de la solución o por lo menos la más efectiva,
no es otra que sustituir los combustibles fósiles por aquellos que sean producidos de fuentes
no convencionales ultra limpios y ultra bajos en carbono, que permitan reducir las
emisiones tanto de gases efecto invernadero como de material particulado, para impactar
positivamente el cambio climático y la calidad del aire.
Esta clase de combustibles ultra limpios y ultra bajos en carbono, son los denominados
combustibles avanzados o de segunda generación, los cuales son elaborados a partir de
residuos sólidos urbanos, residuos agrícolas y cultivos energéticos. Así las cosas, las
grandes ciudades como Bogotá y Medellín, curiosamente padecen del problema, pero
tienen a la mano la materia prima disponible para la producción de su propio combustible.
La conversión de 3.500 toneladas diarias de basuras que hoy son depositadas en el relleno
Doña Juana en Bogotá o en el relleno sanitario La Pradera en Medellín, son suficientes para
producir en cada ciudad más de 30 millones de galones de diésel renovable al año. Con esta
cantidad de combustible avanzado producido a partir de basuras, cada una de las ciudades
podría mitigar ostensiblemente el problema actual, sin tener que recurrir a medidas
restrictivas de uso del parque automotor como el pico y placa, dando espacio para que se
logre la sustitución paulatina del parque automotor actual por uno eléctrico o híbrido
alimentado con combustibles avanzados.
Es necesario poner en marcha medidas efectivas de impacto, que no deterioren la
productividad ni la competitividad, de lo contrario, además del deterioro económico, seguirá haciendo mella la tragedia social que acarrea miles de muertes cada año. Si los
combustibles fósiles son los causantes, entonces debemos sustituirlos por combustibles
idénticos, misma molécula, pero renovables y ultra limpios, sin barreras de mezcla, sin
tener que modificar los motores y sin tener que someter a toda una ciudad a un cambio
abrupto de su economía y costumbres.
La utilización de los combustibles avanzados, sin duda alguna, tiene un gran impacto positivo en el medio ambiente ya que con la producción y mezcla de 30 millones de galones de diésel renovables a partir de residuos sólidos urbanos (basura), se reducirían las emisiones de material particulado equivalente a tener 60 mil carros en pico y placa durante todo un año.
Desde el sector privado entendemos que no existe una única solución a la mala calidad del
aire y, por lo tanto, se requiere de una acción concertada que articule las diferentes
medidas, porque el problema ha cogido tanta ventaja que ya no es suficiente pensar
únicamente en cambios en la movilidad, en la promoción del uso de bicicletas o de carros
eléctricos, que son sin duda iniciativas FUNDAMENTALES, pero en este punto del
problema lamentablemente no son suficientes, por lo cual es imperativo que el Congreso en
primera instancia, introduzca en la Ley del Plan de Desarrollo, un artículo que reconozca la
oportunidad que tiene Colombia de cambiar su matriz energética líquida, fomentando la
producción de combustibles avanzados, tal y como ya lo está haciendo Estados Unidos y
Europa, quienes han tomado la delantera.
WILLIAM RAMÍREZ MOYANO
Ceo, Valueskies Holding
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